¿CRISIS U OPORTUNIDAD?
- Oscar Mejía
- 29 may 2017
- 2 Min. de lectura
¿CRISIS U OPORTUNIDAD?
A nadie humanamente les gusta sufrir, o pasar por pruebas y circunstancias difíciles, sin embargo; hay un tesoro en medio de todo esto y es que las circunstancias difíciles moldean nuestro carácter.
Hay dos maneras de enfrentar la crisis. La primera es: sucumbir ante la crisis. Esto es cuando dejo que la crisis me arrope, creando así una crisis mayor, ya que de ser una crisis económica, social o del algún otro tipo externo; pasa a ser una crisis interna, afectando mis emociones, mis pensamientos y mis decisiones.
La segunda es, reconocer que Dios es mi única salida y pedirle que en medio de la crisis el moldee mi carácter. De nada sirve pasar por las crisis, sucumbiendo ante ellas, cuando realmente Dios lo que quiere es formarnos aún más fuertes y ser más dependientes de Él.
A lo largo de la palabra vemos a hombres como Pablo, Pedro, Esteban, entre otros, y el mismo Jesús; enfrentándose ante la persecución, el martirio, el encarcelamiento y la muerte por causa del evangelio. Su reacción fue centrarse en cómo Dios podía transformar su carácter y formarlos en medio de todas esas circunstancias. Esta actitud los hizo vencedores en medio de la crisis, porque encontraron el verdadero valor de ver a Jesús como su único tesoro y su única esperanza.
Hoy en día, al ver las crisis en nuestros países, nuestra primera respuesta es salir de la crisis, es buscar la manera de que nunca nos toque, y esta bien ya que tenemos un sentido de supervivencia, sin embargo; va a llegar un momento donde la crisis nos va a tocar y es muy importante que nuestra respuesta sea: Dios, forma mi carácter en medio de esta prueba, no permitas que la prueba se vaya sin que salga de mi el producto que tú quieres lograr en medio de esta situación. Si nuestra respuesta es esta, entonces cuando en medio del sufrimiento y las circunstancias podemos encontrar a Jesus y podemos entender el propósito de ellas, entonces podremos mantenernos firmes a pesar del dolor y las pruebas.
Las crisis nos presionan, y muchas veces nos llevan a tomar decisiones que al final de cuentas nunca fueron dirigidas por Dios, por lo tanto podremos vivir crisis peores, ya que no hay mayor crisis que encontrarnos fuera de la voluntad de Dios.
Cuando en medio de la crisis mi carácter es formado, entonces mis oraciones serán claras y dirigidas por Dios, oraré en base a sus propósitos eternos. Alzaré mi voz totalmente dirigido por el mensaje de Jesús, mi clamor por justicia estará enfocado en la justicia que viene del Señor. Ayudaré a los más necesitados dando aún de lo mío, sabiendo que Dios es nuestro proveedor. Tomaré las decisiones correctas.
Seamos hombres y mujeres fuertes en Dios, que aun cuando vengan los tiempos malos, como los de ahora, podamos ser personas que permiten ser moldeadas por Dios en medio de cualquier situación y dejemos que Dios nos use para Su propósito.
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