EL QUE NO AMA, NO HA CONOCIDO A DIOS.
- Oscar Mejía
- 4 jun 2017
- 2 Min. de lectura
EL QUE NO AMA, NO HA CONOCIDO A DIOS (1 JUAN 4)
Dios nos ha amado aún antes de que nosotros lo amáramos a Él. Él nos amó sin nosotros hacer nada y sin nosotros decir nada. Si Dios nos ama así, entonces debemos amar a nuestros hermanos así.
Es muy fácil que en nosotros nazca amor hacia aquellos que nos agradan, aquellos que son como nosotros, que piensan como nosotros y que son nuestros amigos. El detalle está, en que Dios no hace distinción en decirnos a quien debemos amar, sino que más bien nos manda simplemente a amar a todos, porque si no amamos a los demás, entonces no conocemos a Dios.
“Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.” Vers. 12
Amar a los demás es un mandato, pero no es algo que pueda ser cumplido sin realmente vivirlo y demostrarlo. Yo puedo decir que amo a alguien, pero si en mi corazón hay amargura, rencor y ofensa hacia esa persona, entonces no lo amo. Es allí, donde Dios va más profundo y nos dice que si no amamos de verdad, entonces no lo hemos conocido a Él, Su amor no se ha perfeccionado en nosotros y Él no habita en medio de nosotros.
Amar a otros va más allá de lo que los otros hagan, es decir; amar es incondicional. Debemos amar, aún si no nos aman; debemos amar, aún si nos maltratan; debemos amar. Amar, crea en nosotros un espíritu humilde y sensible a la voz de Dios. Amar, es realmente vencer mi orgullo y mi carne, porque debo amar así como Dios nos amó, y Él nos amó sin nosotros haber hecho o dicho nada. Si yo amo incondicionalmente a los demás, entonces soy un vaso totalmente limpio y dispuesto para ser usado por Dios. Amar, nos hace libre de ofensas y amarguras, nos permite disfrutar de la libertad que el amor de Dios nos ofrece.
Necesitamos a Dios para amar a Dios y a los demás. Amar incondicionalmente es producto del conocimiento del amor que tiene Dios por nosotros. Es imposible amar en mis propias fuerzas. Es necesario que vengamos a Él y que conozcamos su profundo amor por nosotros, para así amarlo a Él de vuelta y amar a los demás.
Kommentit