LA PRUEBA DE NUESTRA FE PRODUCE PACIENCIA

LA PRUEBA DE NUESTRA FE PRODUCE PACIENCIA (STG. 1:1-11)

Cuando estemos atravesando diversas pruebas, tengamos gozo, ya que Dios permite las pruebas para que nuestra fe sea fortalecida y produzca paciencia en nosotros. Una paciencia que es completa, que es capaz de esperar hasta el día de la manifestación del hijo de Dios. La paciencia produce en nosotros un carácter maduro, ya que sabremos esperar y confiar totalmente en Dios y en Sus promesas, mientras es formado en nosotros el carácter de Cristo.

Seamos sabios y si aun nos falta sabiduria, entonces pidámosla con total fe y certeza de que Dios nos la va a dar. Él no es un padre malo, sino que más bien el que pide con fe y conforme a Su voluntad, Dios le responde. No debemos dudar, no debemos ser incrédulos, porque la duda nos hace tropezar y retroceder, en cambio si estamos totalmente fortalecidos y anclados en la fe, podremos avanzar aún no viendo el resultado, mas creyendo que lo veremos.

No seamos de doble ánimo, porque es inestable vivir así. No podemos tener un pensamiento hoy y mañana otro, hacer algo hoy y mañana otra cosa, debido a nuestra inestablidad.

No amemos el dinero y la fama, no amemos lo material y lo efímero, más bien seamos humildes en nuestra manera de vivir, porque el humilde será exaltado, mas el rico, amante de su dinero, será seco como una hierba y perderá su fruto cuando el sol está en su esplendor.

Abracemos entonces los momentos de las pruebas, sabiendo que aunque son dolorosas y no nos gustan, producen en nosotros paciencia, una paciencia que lleva a la salvación y no a la perdición.