"...PERO CUANDO VENGA EL HIJO DEL HOMBRE ¿HALLARÁ FE EN LA TIERRA?"

“… PERO CUANDO VENGA EL HIJO DEL HOMBRE ¿HALLARÁ FE EN LA TIERRA?” (LUC. 18:8)

En medio del contexto de la parábola del juez injusto, Jesús hace esta pregunta al final, una pregunta que llega a lo más profundo de los corazones, haciéndonos reflexionar realmente de cuan anclada esta nuestra fe en Él.

En el mundo estamos viendo manifestaciones de la maldad en otros niveles, hay muertes, terrorismo, hambre, corrupción, inmoralidad, entre otras muchas cosas. En nuestro país, lo estamos enfrentando igualmente y hay un clamor en las personas por un cambio lo cual no está mal realmente es necesario un cambio, pero hay un hilo muy pequeño entre querer que las cosas cambien, a que nuestro corazón se halle totalmente esperanzado en las soluciones inmediatas y pasajeras.

Jesús hace esta pregunta, llevándonos directamente al contexto de su segunda venida. En el momento en que Jesús regrese, habrá un hombre reinando sobre gran parte de la tierra llamado “el anticristo”. Éste será un hombre lleno de mucha sabiduría dada por satanás, que llegará al poder a través de su gran logro, la “paz”. Él engañará a muchos, tanto que habrán muchos cristianos que serán engañados, llevándolos al punto de que lo sigan y tomen una decisión espiritual de que ahora sus vidas dependan de él (marca de la bestia).

El mundo todos los días se está preparando cada vez más para un anticristo, hay un clamor por paz, justicia, humanismo y bienestar y cuando este hombre se levante traerá todo esto, pero será totalmente ficticio, ya que el plan de satanás es llevarse consigo la mayor cantidad de gente posible, buscando todos los métodos para lograrlo. Por lo tanto, la preparación de nuestro corazón es muy importante desde hoy, como humanos queremos justicia y que las cosas cambien, pero ¿dónde está nuestro principal enfoque? como cristianos debemos estar enfocados en que la verdadera respuesta se encuentra en Jesús, aunque hayan cambios, aunque haya paz, aunque haya bienestar logrados por el hombre, al fin y al cabo son hombres que no lograrán cambios eternos, solamente Jesús y Su reino lo logrará eternamente.

Si en medio de las circunstancias difíciles, enfocamos nuestras esperanzas en las respuestas humanas, entonces seremos fácilmente movidos por el anticristo cuando se levante, ya que traerá respuestas agradables y sustentables. Jesús nos está llamando a que realmente nuestro corazón esté anclado en Él y en Su plan, no en el hombre y sus propósitos, porque sino no va a ser hallada fe en nosotros cuando venga el Hijo del Hombre.

No quiero decir con esto que esté mal que queramos que haya un cambio de gobierno, o que votemos por hombres para que tomen lugares de eminencia, ya que como ciudadanos tenemos una responsabilidad, aún más siendo cristianos, de votar por aquellos que se acerquen más a la ley de Jesús y de estar de acuerdo con parte de sus decisiones, pero esto no quiere decir que entonces mi corazón se vaya a llenar de confianza en estos hombres, creyendo que la solución está totalmente allí y no, Jesús está por encima de ellos y la solución está en Él, cuando venga y tome posesión de todo lo que le pertenece. Ahí es donde debe estar nuestro enfoque, en Su reino. Si nos enfocamos en Su reino, entonces sabremos como identificar Su plan. Mientras más nos acercamos a lo verdadero, tendremos más capacidad de identificar lo que es falso.

No dejemos que las circunstancias de la vida nos desenfoque del Plan Eterno de Dios, más bien anclémonos en Jesús, en nuestra relación con Él, en la oración, y seamos diligentes en estudiar devocionalmente las profecías que apuntan a Su regreso, para que más allá de un mero conocimiento, tengamos una preparación profunda que sólo viene a través del Espíritu.

¡Seamos parte de aquellos que tengan fe hasta el día de Su regreso!